Desarrollar habilidades sociales parece sencillo, pero requiere de entrenamiento, de reflexión ¿Cómo nos relacionamos con los demás? ¿Cara a cara o a troves de las redes sociales? . Bueno en el mundo real en los diferentes espacios que nos relacionemos debemos cuidar y entrenar las habilidades para una mejor comunicación y convivencia
Martín (1997) propone diferentes actividades que se pueden aplicar en la resolución de conflictos:
- Individual: Actividades de autoconocimiento.
- Pequeños grupos: ejercicios socioafectivos y trabajo cooperativo.
- Grupo clase: asambleas.
- Escuela: acuerdos compartidos sobre cuestiones de disciplina.
- Para poner en práctica todo lo anteriormente mencionado hay que utilizar una metodología que de cabida a actividades variadas. Los colectivos de trabajo en resolución de conflictos (APDH, 1994) Nos proporcionan un sinfín de juegos y dinámicas de grupo. Su proyección dentro de las diferentes áreas necesita adaptaciones al contexto aula, si bien podemos afirmar que hay cuatro grandes tipos posibles (Reyzabal, 1997):
¿QUÉ ACTIVIDADES PODEMOS HACER?
Tipos de Actividad
Procedimiento
· Promover cooperación
· Ayudar a la comunicación
· Favorecer la autoafirmación
· Técnicas de resolución de conflictos
- Teatro, periódicos murales, trabajo por proyectos, campeonatos deportivos, cuento-poesía, coro, organización de fiestas, juegos cooperativos, etc.
- Debates, asambleas, dramatizaciones, proyección de cine, talleres varios, campañas publicitarias, círculos de calidad, reuniones de comités, etc.
- Actividades grupales, actividades sobre destrezas personales, talleres de habilidades manuales,
- Desarrollo de pasatiempo, trabajos en pequeños grupos, trabajo de asertividad y autoestima.
- Juegos, dinámicas, sistema de mediación, simulacros de situaciones, búsqueda de alternativas, expresión de sentimientos, etc.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN EL AULA
¿RESOLVER CONFLICTOS SIN CASTIGAR?
Resolver conflictos en el aula, sin recurrir al castigo ni a la amenaza parece una tarea imposible. Pero no lo es. Si observa los conflictos como una divergencia de puntos de vista respecto de una misma situación, entenderá con facilidad que el primer paso para resolverlo es esforzarse por entender estas dos cosas. Y el segundo es intentar aproximarse ¿Aún si el divergente es un niño? Pues sí. Y con mayor razón. Se trata de otra persona. Y sus puntos de vista son tan legítimos como los de los demás. Haga la prueba de seguir las siguientes seis recomendaciones:
RESOLVIENDO PROBLEMAS
Seis consejos para resolver conflictos en el aula de clases
1. Por favor, serénese.
La ira nubla la mente, no deja pensar. No se apresure ni reaccione de inmediato. Mientras más rápido actúe, mayor será el riesgo de equivocarse. Dése tiempo para razonar lo que está pasando.
2 .Observe y escuche
Al observar relacione el conflicto con alguna de estas tres situaciones:
La clase o actividad pedagógica que se está realizando en el aula. Quizás el tema tratado, su método y el grado de exigencia están provocando rechazo o resistencia en niñas y niños.
La conducta del grupo, es decir, lo que hacen alumnos y alumnas en el momento del conflicto. Quizás el problema se explique por algo que ha ocurrido entre ellos.
Su comportamiento como docente en relación a los protagonistas del conflicto y al resto del grupo. Quizás sus palabras, gestos, algo que hizo, generó la situación de conflicto.
3. Imagine varias explicaciones
¿Acostumbra dar por cierta la primera explicación que se le viene a la cabeza? Grave error. Si observa con atención, tendrá varias explicaciones posibles de lo que está pasando. No se quede sólo con una. Ensaye varias. Repáselas mentalmente antes de escoger una.
4. Elija una explicación razonable
Elija una de las explicaciones que imaginó antes. Asúmala como una posibilidad que los acontecimientos posteriores podrán confirmar o no. Use datos que registró directamente. Quédese con aquella explicación que:
Se basa en su observación: Es decir, que parte de los que sus ojos y oídos notaron en el instante del conflicto.
Identifica el interés de la niña o niño: Es decir que exponga con claridad el mensaje que niñas y niños protagonistas del conflicto, están comunicando con sus palabras o conductas.
5. Dispóngase a negociar
Imagine, ahora, varias posibles soluciones al conflicto. Pero IGNORE estas alternativas: castigo, amenazas, convocatoria a los padres o derivación al psicólogo.
Es decir, no “arrime el pastel” a nadie. Usted está ahora solo. Tiene que usar sus habilidades para afrontar directamente la situación. Pero dispóngase a negociar. Imagine soluciones que tomen en cuenta el interés manifestando por la niña o niño durante el conflicto. Naturalmente conciliándolas con sus legítimas expectativas como docente. Aunque quizás - y esto es muy importante- deba rebajarlas un poco.
Repase mentalmente varias posibilidades.
6.- Elija una solución y un procedimiento
Evalúe las soluciones que imaginó, en función a sus posibilidades personales. Una solución puede ser buena como ideas, pero…..¿Se siente usted en condiciones de realizarla?, ¿Cree oportuno hacerlo ahora?, ¿Cuáles son sus riesgos?, ¿No resultaría el remedio peor que la enfermedad en estas circunstancias?
Para responder estas preguntas, escoja uno de estos seis procedimientos o estrategias:
Y UN PROCEDIMIENTO
Decida si lo que más conviene ante la situación es:
- Enfrentarse - Rodear
- Retirarse - Persuadir
- Distraer - Aliarse